La Mujer y El Hilo Sagrado
Entre Tramas y Urdimbres
Entre Hilos desde tiempos ancestrales la mujer reunida en círculos sagrados, en rocas y cuevas, a la orilla del agua, en rituales a la tierra, en los pedidos, en actividades agrícolas y en un sin fin de espacios de encuentros , la mujer teje.
En telares precarios, dos palitos unidos, con aguja de cardón, con espinas de pescado, con aguja de crochet, con dos aguja, con encajes a bolillo, con telares más sofisticados .
La mujer de todas las generaciones construye tramas y redes con fines de abrigo, de dar calidez, de compartir, de encontrarse, de contenerse, de sostenerse como una red invisible que proteje y sostiene más allá del tejido.
Ancestralmente la mujer se reunía en círculos de piedras a tejer redes de pesca , cestos y elementos para la subsistencia y a intercambiar saberes femeninos, los secretos de las plantas, las fases de la luna.
En los sitios arqueológicos de los Andes encontramos vestigios de los lugares sagrados donde las mujeres se reunían en círculos de sanación y realizaban rituales .
Desde tiempos ancestrales, el poder de la luna fue invocada en los rituales femeninos
La Diosa de la Luna era llamada en vos quechua Quilla mama, guardiana y protectora del aspecto femenino. Las niñas aprendían de las abuelas sabias quienes a través del poder de la Luna le transmitían, los secretos de las plantas, la medicina, el tejido y el hilado, la fuerza de lo invisible y el poder de la intuición.
En los Andes no existía sacrificio, ajuar funerario, ritual religioso, rango político y tributo económico que no tuviese en el tejido un papel importante.
La mujer era la encargada del tejido en America precolombina, sin embargo existen testimonios de hombres tejedores.
El mito dice que de la luna llena bajaban hebras de plata, y envolvían a la mujer para realizar sus hilados y tejidos. "
Algodón, vicuña, alpaca, llama, pelo de murciélago, fibras vegetales y a veces hasta pelo humano, se utilizaron como materia prima para la creación de textiles como vestimenta para los gobernantes, las jerarquias, la protección magica de guerreros, las ofrendas en rituales de alta montaña , los mantos ceremoniales, las mesas de pagos a la tierra y en ceremonia chamánicas de sanación.
Acompañaron a los textiles, el sentido de abrigo, contención, protección, la segunda piel, telas envolventes, como el abrazo, como los awayos ( mantos) que aún hoy, las mujeres del altiplano envuelven a su wawa (bebè), dándole calor, abrigo y calidez.
El textil en su significado envolvente, como malla o red protectora que interviene en el nacimiento al recibir al bebe y en la muerte al acompañar las ofrendas del ser en el viaje al más allá.
En el presente sigue teniendo vigencia el significado del textil envolvente como protección, en las ceremonias religiosas , en los rituales de plantas sagradas, en los circulos de sanación .
La naturaleza sagrada
Las actividades religiosas en el mundo andino se relacionaban con la naturaleza y la fertilidad; especialmente el ciclo agrícola y las estaciones del año.
Para las culturas precolombinas la naturaleza fue considerada sagrada.
En especial las montañas que fueron dioses o “apus” que protegían a las comunidades.
El estado Inca le dio suma importancia a este antiguo culto, y sus habitantes construyeron en las cimas espacios para los rituales religiosos, hoy conocidos como “adoratorios o santuarios de alta montaña”, cuyas ofrendas y el ajuar de los niños ofrecidos a los dioses eran acompañado de textiles, ejemplo de esto lo podemos ver en los niños del LLULLaillaco, que hoy se encuentran en el Museo de Alta Montaña de Salta.
En las culturas precolombinas la piedra, en sus diferentes formas y tamaños, fue un objeto de culto y ritual. Las apachetas ( montículos de piedras apiladas) son adoratorios simples pero muy importantes para las creencias religiosas pasadas y actuales en el universo andino. Se trata de agrupamientos de piedras de diferentes tamaños que se encuentran a la vera de los caminos.
Estos lugares fueron y son considerados sagrados y muchas veces las tejedoras los adornan con flores y lanas de muchos colores.
Los pedidos que se realizan en las apachetas se corresponden con el viajero y peregrinos, las sendas y el camino, ya que las mismas se relacionan con el descanso, las fuerzas para continuar, la protección , la salud y el permiso para ingresar a un lugar nuevo.
Las apachetas son construidas cuando se realiza una ofrenda a la Pachamama en el mes de agosto.
Las mesas de ofrenda
Las mesas simbolizan altares, ya sea para ofrendas místicas - espirituales o como sostén de los elementos que intervienen en un rito religioso. Las ofrendas de las mesas se realizan en mantillas tejidas en el telar ( unkuñas) y eran tejidas por las mujeres de la comunidad.
La mesa constituye una ofrenda ritual., cargada de significados simbólico: Son pagos religiosos por pedidos, siempre se ofrecen por algún motivo: salud, prosperidad económica, curación de enfermedades, por las buenas siembras y buenas cosechas . Algunas mesas de ofrendas, juegan un papel de pedidos especiales por ejemplo, para la construcción de una casa con éxito, o también antes de comenzar excavaciones en sitios arqueológicos. Todas las mesas tienen elementos que están siempre presentes como: lanas de colores, golosinas y dulces de diferentes formas, elementos vegetales y de alimentos, hojas de coca. Siempre existen diferencias en su armado de acuerdo al motivo par lo cual se está pidiendo. Todas ellas están cargadas de un simbolismo imprescindible para la eficacia del rito. La mesa no es de ninguna manera una tabla o algo similar, sino una manta ceremonial sobre las cuales se disponen los elementos a ofrendar. Hay mesas blancas, mesa dulce, mesa de gloria, mesa negra y mesa gris. La composición de las mesas son armadas en los mercados de las Brujas , por sacerdotes andinos, chamanes y curanderas. Los médicos kallawaya las utilizan en los rituales mágicos para producir la cura de las enfermedades.
La mesa Pachamama
Puede considerarse una mesa blanca o mesa positiva, para pedir por el trabajo, la buena, fortuna, los negocios, el hogar, la salud, las buenas cosechas. La mesa se prepara el 1 de agosto, y existe la creencia de que la mesa se recibe mejor cuanto mayor dedicación hay puesta en ella...
La bolsa medicina
Desde tiempos inmemoriales la mujer tejedora , tejía su bolsa medicina, en la cual llevaba elementos para sanación, plantas medicinales, hojitas de coca, ovillos de lana, agujas de cardón y de espina de pescados y elementos simbólicos que utilizaba para elevar su poder personal y de curación.
El Hilo Mágico
El hilo lloq´e en lengua quechua significa “ izquierdo” y también “algo diferente”. Se le llama con este nombre a la hebra de lana hilada por la hilandera en sentido contrario a la torsión normal de todos los hilados. El mismo fue encontrado en textiles milenarios de las culturas precolombinos, otorgándole un sentido mágico religioso para la tejedora que realizaba el tejido o para quien iba ser utilizado. Es el hilo mágico que se usa como protección y como ofrenda sagrada. El hilo sagrado que , traspasa la barrera del tiempo y en el presente continúa con la misma significación: ligando lo sagrado a la espiritualidad y la veneración a la tierra.
Hoy, en el presente , entre tramas y urdimbres, son testimonio del Hilo sagrado las manos de las tejedores actuales, quienes tejen con navetas milenarias el paso del tiempo, invocando en cada sonido de los hilos, el retorno del telar ancestral que no conoce fronteras y se filtra en cada creación actual, en cada ceremonia ritual, en cada ofrenda tejida, en cada manto envolvente.
Claudia Goldin
Psicóloga y artista textil
Ya no sois, manos de araña
débiles hebras,
tela enmarañada
cuando fuisteis cayó:
costumbres sílabas
raidas
mascaras de luz
deslumbradora.
Pablo Neruda
(Alturas del Machu Picchu)